miércoles, 18 de junio de 2008

Sinopsis de mi libro: "La Modernidad y Yo (Escenas cubanomexicanas)"

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Título: La modernidad y yo (Escenas cubanomexicanas)
Autor: Mtro. Luis Ángel Argüelles Espinosa

Sinopsis: Texto de carácter testimonial donde se vinculan experiencias personales con reflexiones contextuales (tanto de Cuba como de México). Evidentemente, lo importante no es la persona, sino la época que le correspondió vivir. No pretende ser una biografía integral o exhaustiva. El autor selecciona determinados acontecimientos, los cuales siguen un muy flexible orden cronológico. La obra revela cómo la vida de una persona copia, de algún modo, la vida de una nacionalidad. Al respecto, en el prólogo se evocan las sabias palabras de Goethe (en sus Memorias) señalando que cuando él tenía veinte años, Alemania también tenía veinte años, lo cual sugiere que cada persona posee su particular visión del mundo a él contemporáneo. Según Argüelles, el presente libro sería imposible sin la insospechada colaboración de la burocracia mexicana (digna rival de la cubana). Las largas esperas en las distintas dependencias gubernamentales (especialmente en la SEP y en el Instituto Nacional de Migración) le hicieron acariciar el proyecto. Los apuntes iniciales fueron escritos en los camiones mexicanos (ADO) que cubren el itinerario Puebla-México-Puebla.

De alguna forma, este libro, a la vez de relatar una experiencia personal y colectiva, constituye un nuevo testimonio de las añejas y múltiples relaciones entre Cuba y México. Estos vínculos se reflejan tanto en la historia, cultura, música, arte, como en la misma toponimia mexicana. El “rancherismo” mexicano (especialmente, las películas y las canciones) tuvo un fuerte impacto en la sociedad cubana de la segunda mitad del siglo XX. En cuanto a los toponímicos, piénsese en la popular torta cubana y el no menos conocido chile habanero (ambos, por cierto, y como diría el humorista cubano Virulo, son perfectamente desconocidos en su supuesta tierra de origen) hasta las denominaciones de calles e instituciones (sobre todo, el de José Martí) pasando por los nombres de personas (especialmente, el de Fidel y Ernesto en alusión a los dos famosos y controvertidos líderes cubanos).
Es importante resaltar que en el texto tanto el humor como la ironía (y hasta a veces, el sarcasmo) son ingredientes básicos. Al respecto, en el prólogo, el autor sostiene que “el tiempo transcurrido (entre lo sucedido y lo relatado) ha hecho que vea las cosas diferentes. La tragedia ha devenido comedia. Menos mal. La vida, como diría Oscar Wilde es una cosa demasiado importante para hablar de ella en serio” Y ya en el final del prólogo, el escritor evoca una importante relación entre dos prestigiosos intelectuales y concluye con una sugerencia: “Poco antes de su muerte, el escritor mexicano Alfonso Reyes escribía a su amigo cubano José María Chacón y Calvo que ‘me voy a morir sonriendo, lo que tendrá todo el valor de una opinión sobre la vida´ Ciertamente, el humor y el optimismo constituyen poderosas armas para triunfar en la vida. Por ello, bienaventurados los que se ríen de sí mismos por que siempre le sobrarán motivos para hacerlo”.

Público a quien va dirigido: Público en general (en especial a los interesados en cuestiones de historia y política contemporáneas)
Extensión aproximada: 300 páginas.

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